jueves, 21 de febrero de 2008

Empezamos a escribir el 2008

Terminaron las vacaciones!!! Timoteos está de nuevo en la escena con una programación muy interesante...


Comenzamos actividades oficialmente el pasado sábado 16 de febrero, con una charla a cargo de Francisco Javier Uribe Álvarez, quien nos habló sobre "Los nuevos comienzos", un tema muy interesante y oportuno para esta época del año. Aquí les presento un aparte de la charla.


Los nuevos comienzos

Cada comienzo de año adquirimos nuevos propósitos con la intención de llevarlos a feliz término en el curso del mismo año, sin embargo, algunos de ellos se quedan tristemente en eso, en buenos propósitos…

¿Cuántos propósitos buenos, sabios y necesarios hemos pensado realizar? pero, pasa el tiempo y nada, pasan los días y nada, las semanas y nada, los meses y nada…

Algunos jóvenes creemos que el futuro está lejos, que falta mucho tiempo para que llegue y lo que no estamos viendo es que el futuro se teje hoy con cada decisión que tomamos, con cada comportamiento que asumimos frente a nuestra vida.

Cuántos jóvenes por una probadita, una miradita, una tocadita han cambiado el futuro promisorio que Dios había trazado para sus vidas. Y peor aún, han cambiado el nombre de pecado a sus decisiones por el de “un error", "una equivocación", "un desliz", "una embarrada", un "así soy yo", "el problema es que…" o "la culpa es de…”

Anhelamos muchas cosas y nos afanamos tanto por obtenerlas pero no escuchamos la voz de Dios, ni seguimos sus instrucciones. Queremos tomar el camino “kool”, el más fresco y terminamos caminando por trochas que nos "aruñan" la vida.

Al respecto la Palabra de Dios nos dice:

Mateo 6:33 “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.


Camino seguro

Los afanes de este mundo son caminos de decepción.

La Palabra de Dios proclama:

Mateo 6:19-23 “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. El ojo es la lámpara del cuerpo, por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!"

¿Sobre qué estás construyendo tu tesoro, dónde estás buscando tu valor?

¿Hacia dónde diriges tus pasos, adónde quieres llegar?

¿Cuál es tu visión?

La palabra visión, desde la perspectiva administrativa, es el reflejo de lo que una empresa o persona deberá ser en el mediano plazo; representa la imagen futura, donde debería estar.

Y el Señor te dice hoy:

Isaías 60:1 - 3 “¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso”.

Dios quiere que seas luz, que brilles en el lugar y las circunstancias en que te encuentras; en medio de tu familia, de tus amigos y compañeros, y que impactes la sociedad siguiendo las instrucciones que Él te dejó en su Palabra y que te revela a través de su Santo Espíritu para que sus planes perfectos se cumplan en tu vida.

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